El arte de sincronizar su ritual para dormir con su ritmo interno de sueño es tan importante como el alimento.
¿Quieres mejorar el sueño de tu bebé sin recurrir a un "entrenamiento" de sueño? Pues te platico que hay miles de cosas que puedes hacer desde que tu bebito llega a casa para favorecerle el sueño.
Entiendo perfectamente, por que fui mamá de una niña a la que nunca tuve que enseñar a dormir... que tan sólo imaginar tener que llevar a cabo alguna acción concreta para mejorar el sueño de tu bebé y que esto implicase el llanto es suficiente para desanimar a muchas mamás de enseñar a sus bebés a dormir. Sin embargo, la falta de sueño no es poca cosa y hay quienes tienen la fortaleza física y mental de aguantar la privación de sueño durante meses... pero otras personas simplemente no... ¡y no debemos juzgar!
Es importante primero hacer una distinción entre el sueño del recién nacido (3-4 meses) y el sueño de bebés de 4 meses en adelante. Si bien los bebés recién nacidos necesitan tomas frecuentes durante la noche y el día, y no hay nada que podamos "enseñarles" fuera de cuidarles el sueño y tener bueno hábitos... llega un momento donde los bebés pueden, e incluso ellos solitos, empiezan a alargar bloques de sueño nocturno. Por otro lado hay bebés que necesitan y se acostumbran al arrullo, al chupón, al pecho, o al biberón para volver a quedarse dormidos en la madrugada. Lo que una mamá, papá o cuidador haga cuando despierta un bebé influye poderosamente en su habilidad para volver a conciliar el sueño.
¿Qué se puede hacer para al menos favorecer el sueño de tu bebé sin tener que recurrir a un entrenamiento de sueño? A continuación te presento varias opciones...
1. Ambiente de sueño. Asegura tener un ambiente que favorezca el sueño revisando que tu bebé esté durmiendo en un lugar SEGURO y cómodo para él... 1) Utiliza una máquina de ruido blanco a un volumen apropiado para bloquear sonidos y activar un reflejo de calma en tu bebé; 2) Asegura que el cuarto sea totalmente oscuro (los bebés no le tienen miedo a la oscuridad, esto es un mito y una percepción adulta que proyectamos a los bebés); 3) Asegura que no hayan distracciones como juguetes o luces brillantes; 4) Asegura que la temperatura sea ideal.
2. Sigue las señales de sueño de tu bebé. Los bebés muestran señales claras cuando tienen sueño. Alrededor de las 6 de la tarde empieza a aumentar el impulso para dormir y la producción de la melatonina por lo que es importante regalarle a tu bebé una hora de dormir apropiada a lo que marca su ritmo circadiano y reloj interno.
3. Analiza tu rutina de sueño. ¿Qué sucede en las noches que ha condicionado a tu bebé a despertarse? Arrullas hasta que queda profundamente dormido, lo prendes a tu pecho hasta que se duerme y lo pasas a su cuna? Tienes que entrar y poner el chupón muchas veces? Una vez que identifiques qué es lo que está fragmentando las noches, si percibes que no les está funcionando... puedes trabajar en modificarlo.
4. Duerme a tu bebé en el momento apropiado. Los bebés nacen con un ritmo circadiano que se va estableciendo con ayuda nuestra conforme nosotros los expongamos a la luz natural y ellos vayan percibiendo que de dí hay luz, actividad, interacción social... y que las noches son más oscuras y tranquilas. El reloj interno de tu bebé va más allá de los horarios que un adulto le quiera imponer. Necesitan una hora de dormir temprano entre 7 y 8 PM, y es natural que se levanten a partir de las 6 o 6:30 AM junto con el sol. Este impulso para dormir y levantarse va ligado con la produccion de sus hormonas del sueño (melatonina y serotonina) y con el cortisol (y otras hormonas) que lleva a los bebés a irse despertando. Sucede igual con las siestas, existen ventanas biológicas para las siestas dentro de las cuales es más fácil dormir a tu bebé. Hacer siestas y hora de dormir en horarios que no están sincronizados con su ritmo circadiano y su reloj interno lo hacen sentir cansado, incluso jet-lagged.
Hacer pequeños cambios y analizar qué es lo que sucede en los despertares de tu bebé te puede llevar a hacer cambios que mejoren su sueño sin tener que necesariamente recurrir a un entrenamiento de sueño.
Estos cambios llevan tiempo y son graduales, y además van acompañados por los hitos de desarrollo de tu bebé, que también pueden afectar el sueño. Bebés que desde la etapa de recién nacidos tienen buenos hábitos de dormir no resienten tanto las llamadas regresiones, brotes de crecimiento, saltos neurológicos y dentición. Si tu bebé es mayor de 5 meses y se sigue levantando cada hora en la noche y simplemente lo que sucede en casa no funciona, siempre es bueno buscar apoyo para mejorar el sueño de tu bebé. ¡Tanto él como tú necesitan descansar!
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